Aprende ahora qué son las cookies y cómo funcionan.
Las cookies son archivos de texto que un sitio web envía al navegador de un usuario, con datos sobre su perfil y comportamiento de navegación en las páginas. El objetivo de las cookies es recordar la información de la visita para facilitar la próxima visita y mejorar su navegación en el sitio web.
Las cookies son esenciales en el Marketing Digital porque te permiten crear una experiencia de usuario más relevante y mejorar su relación con la marca. Las cookies se utilizan, por ejemplo, para recordar el idioma preferido del usuario, comprender el perfil de los visitantes del sitio web, mostrar anuncios más relevantes y personalizar las ofertas de la tienda en línea.
Su intención era resolver el problema de la memoria de la web, ya que los sitios trataban a todos los usuarios, incluso si eran visitantes repetidos, como meros extraños.
El programador creó un mecanismo para que los sitios web recuerden a los usuarios cuando visitan sus páginas.
En general, las cookies sirven para mejorar la experiencia de navegación web. Pero pueden hacer esto de diferentes maneras. A continuación, aprenderás sobre los principales usos de las cookies en Internet:
Las cookies pueden registrar información del usuario, como datos colocados en formularios, contraseñas de acceso o productos dejados en el carrito de la compra, que facilitan el acceso en una próxima visita.
Además, también pueden almacenar las preferencias del visitante, como la elección de un determinado idioma, la configuración de accesibilidad o el consentimiento para la recogida de cookies.
Las cookies también se utilizan para brindar seguridad a la navegación del usuario, ya que interactúa con el sitio web y completa información sensible en formularios.
Las cookies de seguridad garantizan la autenticación de la persona y evitan el spam, el fraude y los ataques. Son capaces de reconocer cuando las solicitudes realizadas durante la navegación son en realidad de un visitante en concreto y no de usuarios malintencionados.
Las cookies también sirven para comprender cómo interactúan los usuarios con las páginas y los sitios web, así como las principales características de su perfil. Puedes saber, por ejemplo, la ubicación de los visitantes, el dispositivo que utilizan, las principales páginas a las que acceden, los orígenes de las visitas y sus gastos en un e-commerce.
Con esta información, puedes conocer mejor a tu audiencia, ajustar el contenido a sus intereses y planificar mejor las estrategias de marketing.
Una de las cookies de análisis más utilizadas es la “_ga”, de Google Analytics , que recoge información de los visitantes de un sitio web, sin identificarlos individualmente, y ofrece informes estadísticos sobre su uso.
Si las cookies te permiten comprender mejor a los visitantes de tu sitio web, también las puedes usar en publicidad para mostrar los anuncios correctos a las personas adecuadas. Las cookies publicitarias permiten:
Este es uno de los tipos de cookies más polémicos, ya que suelen ser recopiladas por terceros y pueden ser mal utilizados, incluida la venta no autorizada de datos, lo cual está prohibido por las leyes vigentes de protección de datos personales.
Las cookies de Google Ads y Facebook Pixel, por ejemplo, suelen instalarse en el sitio web de los anunciantes que desean crear publicidades en estas plataformas y monitorear los pasos de sus consumidores.
Las cookies de personalización se utilizan para ofrecer contenidos, ofertas y características personalizadas a cada usuario.
Este tipo de cookies almacena datos de navegación del usuario, como las últimas páginas visitadas, y utiliza esta información para realizar recomendaciones personalizadas.
YouTube, por ejemplo, registra búsquedas anteriores y videos vistos para recomendar nuevos contenidos alineados con los intereses del usuario. En las tiendas virtuales, es posible crear vitrinas personalizadas, con productos que los usuarios tienen más probabilidades de comprar.
Las cookies de Internet son enviadas por el servidor del sitio web al navegador del usuario, que contienen datos sobre sus interacciones con las páginas. Se identifican con un código único, que asocia esos datos al usuario.
Cuando vuelve a visitar el mismo sitio, le toca al navegador enviar cookies al servidor del sitio. De esta forma, el sitio web puede utilizar y mostrar esa información almacenada, sin que el usuario tenga que volver a introducir datos.
El comando para que esto suceda debe estar presente en el encabezado del código del sitio web, con atributos que traen instrucciones al navegador, como el dominio del sitio web al que se refiere y la fecha de vencimiento de la cookie.
Según el tipo de cookie, pueden almacenarse únicamente mientras el usuario navega por el sitio web (cookies de sesión) o permanecer registradas incluso después de cerrar la ventana (cookies persistentes). En este último caso, las cookies se almacenan hasta su fecha de caducidad o hasta que el usuario borre sus datos en el navegador.
Las personas tienen control sobre qué cookies se pueden almacenar en relación con sus actividades. La mayoría de los navegadores ofrecen opciones de control, además de permitirle borrar todas las cookies guardadas cuando lo desee.
Si utilizas Google Chrome, por ejemplo, basta con acceder a la dirección “chrome://settings/cookies” en la barra del navegador. Allí puedes optar por:
Además, puedes definir sitios web específicos que siempre pueden usar cookies, que deben borrar las cookies cuando se cierra la ventana o que nunca pueden usar cookies.
Los usuarios necesitan saber que sus datos están siendo recopilados por el sitio web y con qué propósito.
Esta es una definición del Reglamento general de protección de datos o RGPD de la Unión Europea, que requieren el consentimiento explícito de los usuarios para la recolección y el procesamiento de sus datos personales. Estas leyes surgieron de una preocupación por la privacidad de los datos, que podrían ser mal utilizados.
Por eso, en los últimos años, habrás visto mensajes de cookies en la mayoría de los sitios web que visitas. De hecho, todos los sitios web que recopilan datos del usuario, en forma de cookies u otros medios, deben tener un aviso para obtener el consentimiento del usuario.
Este mensaje puede aparecer en el pie de página, en el encabezado, superpuesto al contenido o de otras formas, siempre que aparezca de forma explícita en el momento en que el usuario acceda al sitio web en una primera visita. Así, puede saber cómo se utilizan sus datos, aceptar o rechazar las cookies y, en su caso, elegir qué tipo de cookies puede almacenar ese sitio web.
Además, los sitios web a menudo también incluyen una Política de Privacidad, que explica con más detalle cómo funciona el procesamiento de datos personales y para qué se utiliza. Los avisos de cookies generalmente incluyen un enlace a este documento.
Tanto los mensajes de cookies como la Política de Privacidad demuestran la transparencia de tu sitio web para los usuarios. De esta forma, además de cumplir con la legislación, también te ganas la confianza de los visitantes y construyes una relación más positiva con ellos.
Los avisos de cookies son obligatorios para casi todos los sitios web. Entonces, aprende ahora cómo incluir este tipo de mensaje en tu sitio web.
Hay diferentes formas de hacer esto, dependiendo de tu nivel de conocimiento de programación.
Si tienes un sitio de WordPress, este trabajo es más fácil porque puedes usar un plugin. Si no, es importante tener algunos conocimientos de programación para crear un código e insertarlo en el sitio. Ahora vamos a mostrarte cómo hacer esto. ¡Sigue leyendo!
tomado de Rockcontent